El reloj de arena es un instrumento mecánico que sirve para medir un determinado transcurso de tiempo, desde el momento en que la
arena comienza a caer del receptáculo o bulbo superior al inferior, hasta que
termina de hacerlo, y sólo requiere de la energía
potencial de la gravedad para su funcionamiento.
Dado que el período que mide es fijo, aunque con ligeras
variaciones, actualmente está en desuso, sustituyéndole el reloj de pulsera para conocer la hora, y el cronómetro para medir el tiempo preciso
transcurrido entre dos sucesos.
Cómo hacer un reloj de arena casero:
Los
materiales que necesitaremos para la construcción de un reloj de arena son:
- Arena, sal o azúcar.
- Dos botellas de plástico (de tamaño
pequeño; 0.5L)
- Cinta aislante
- Objeto punzante (punzón, bolígrafo, etc.)
1.
Lava y seca bien las dos botellas.
2.
Llena una de las botellas con la suficiente cantidad de arena para que sobre y
a continuación, tápala con tanta cinta aislante como para que no se salga nada.
3.
Perfora un pequeño agujero con un objeto punzante (punzón, bolígrafo, etc.) en
la cinta aislante, no muy grande puesto que tiene que pasar la arena poco a
poco.
4.
Prueba el agujero que has perforado. A continuación, vacía la botella en un matraz
cronometrando el tiempo que quieres para tu reloj de arena. Nosotras lo vamos a
hacer en este caso en un minuto.
Cuando
lo hayas cronometrado, aparta la arena que sobra y ponla a un lado.
5.
Por último, pon la botella que se ha quedado vacía (que es la que se encuentra
tapada con cinta aislante) sobre la botella que contiene la arena justa. Pégalas
con mucha cinta aislante para que se queden bien sujetas, y asegurándote de que
están perfectamente alineadas. Usa tantas capas como necesites.
6.
Inclina tu nuevo reloj de arena para comenzar a medir el tiempo.
Vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=09MuPkS9BGY
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